Una semana más os traigo una receta que he creído que os podía gustar, esta vez he ido a un ¨postre¨aunque bien podría ser un entrante o lo que queráis.
Lo primero de todo, he de pediros disculpas porque hacer las fotos ha sido casi misión imposible, quería que se viera la cremosidad del helado y no congelarlo a lo bestia para que aguantara, y claro, se ha deshecho un poco mientras hacía las fotos.
Últimamente me está picando la curiosidad con el tema de los aceites y lo cierto es que tengo una relación muy estrecha con la familia que produce el aceite Pago de Baldios, si no lo habéis probado debéis hacerlo, asique me dije, tengo que hacer un plato con este aceite donde el protagonista sea él.
Se trata de un aceite de la variedad arbequina (sabor exótico, nada amargo, ni deja picores y que en este caso deja un recuerdo a plátano, aromas intensos a frutas de huerto) si lo pensáis, en si, ya parece que hablo de un postre.
El aceite contiene ácidos oleicos que ayudan a nuestro metabolismo y ayuda a reducir enfermedades cardiovasculares. |
Os aviso desde ya, no tengo heladera, y he usado truquitos para que no cristalice el helado en congelador, he usado el chocolate blanco porque en el restaurante ABaC de Jordi Cruz en Barcelona nos dieron unos aperitivos que consistían en unas chocolatinas mini de AOVE y chocolate blanco, que me supieron a Gloria bendita!!
Receta:
Helado de AOVE Pago de Baldios
- Ingredientes: 250 cl de leche, 50 g. de azúcar blanquilla, 1 cucharadita de miel, 3 yemas, 50 cl. de AOVE, chocolate blanco, y un trocito de pan con semillas y sal inglesa (lo hice yo misma y os pondré en otro post como hacerlo más adelante).
Comenzamos poniendo todos los ingredientes encima de la mesa, los pesamos para trabajar más cómodamente.
Ponemos la leche en un cazo a calentar con la cucharadita de miel*** , ponemos en un bol las yemas, cuando empiece a hervir la leche la apartamos del fuego y en el bol de las yemas añadimos el azúcar que batiremos con unas varillas enérgicamente hasta que empiecen a blanquear.
A continuación añadimos la leche poco a poco a las yemas y el azúcar mientras seguimos batiendo, y volvemos a llevar esta mezcla al fuego, eso si, fuego lento y sin parar de mover hasta que espese, (¡Acabáis de preparar una crema inglesa, o dicho de otra manera unas natillas!).
Sacamos el recipiente que vayamos a meter en el congelador y ponemos la crema inglesa a la que le añadiremos poco a poco el AOVE mientras mezlamos, lo dejamos enfriar y lo metemos al congelador, ¿Todo fácil hasta aquí verdad? pues ahora viene lo rollo, pero muy facilito, cada media hora debemos mover el helado dentro del recipiente con un tenedor para que no forme cristalitos y quede cremoso, debéis hacer esta operación cuantas veces mejor, aunque con 4 o 5 ya queda bien.
Si algo he aprendido es que al chocolate un punto de sal siempre le va bien, potencia su sabor, es más cuando hago bizcocho de chocolate suelo ponerle un punto de sal y otro de alguna pimienta que tenga por casa, es tan solo un pellizco de cada, pero realza los sabores y los aromas, probadlo y me daréis la razón, (aunque pronto subiré una receta) por eso el toque crujiente del pan muy muy fino con la sal potencia el sabor de todo el conjunto, es una plato que asombra y no defrauda.
Esta vez lo he puesto como postre pero os sorprenderé más adelante con recetas más elaboradas, pero ¡señores! poco a poco.
***LA MIEL: he añadido miel, porque en los helados suele ponerse azúcar invertido, este azúcar contiene componente que el azúcar normal no tiene, pero la miel si, y ayudan a la NO cristalización del helado.
Que buena pinta el helado Paloma!! tengo que probarlo!!!
ResponderEliminarGracias anonimo, jajajaja
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